La Playa de Puerto Rico pertenece al municipio grancanario de Mogán. A pesar de que la isla posee gran cantidad de playas formadas de manera natural por el paso del tiempo, existen tres de ellas que han nacido por el ingenio del ser humano, una de ellas es ésta, la playa de Puerto Rico.
Es la decana de las playas artificiales en Gran Canaria y el espejo donde se han reflejado todos los proyectos turísticos de gran calado en la Isla. Con sus dosciento cincuenta metros de longitud y noventa metros de ancho, la Playa de Puerto Rico ofrece una amplia oferta turística y de ocio digna de los mejores enclaves de Canarias.
Una de las peculiaridades que da prestigio a esta playa es su oferta náutica. El gran muelle deportivo de Puerto Rico, situado junto a este enclave de ensueño, es el punto de amarre de cientos de embarcaciones de recreo, pesca de altura y de la competición a vela. La escuela de verano de vela es una de las más importantes de la Isla donde, cada año, se preparan cientos de jóvenes para conocer el maravilloso mundo de la vela.
Al ser la playa artificial más antigua de la Isla, tiene gran experiencia en el trato exquisito con el visitante, tanto extranjero como local. Su fantástica avenida que recorre el perímetro interior de la playa ofrece una importante variedad de servicios del que disfrutar. Podemos encontrar lo más selecto de la gastronomía local e internacional, los cócteles más refrescantes y comercios donde adquirir accesorios para pasar un increíble día de sol, arena y mar como sombrillas, sombreros, toallas, abanicos, protector solar, etc.
La arena rubia de la playa de Puerto Rico posee una gran calidad, limpieza y vigorosidad. Al situarse en la costa sur de Gran Canaria su temperatura es amigable con los más frioleros al mismo tiempo que nos ofrece un alto nivel de pureza y limpieza. Sus aguas son tranquilas, pues están arropadas por dos espigones artificiales que las protegen de la corriente de alta mar.
Para los más intrépidos, la playa también nos da la oportunidad de visitar los espacios con mayor energía gracias a los servicios de alquiler de motos de agua, piraguas de mar y patines con los que pasear sobre el agua. Todo ello, organizado de manera que se pueden compaginar los diferentes espacios gracias a estrictas medidas de seguridad que no merman el goce de los bañistas y de los más aventureros.
Esa experiencia, le otorga a este enclave multitud de oportunidades para las familias, amigos y parejas que llegan hasta la playa de Puerto Rico. Sin lugar a dudas, el excelente servicio de alquiler de accesorios de playas como las hamacas y sombrillas nos da la oportunidad de pasar un día de playa sin necesidad de sufrir las incomodidades de la carga para los usuarios más prácticos.
Para los más románticos, los atardeceres en la playa de Puerto Rico añaden un ingrediente especial al poder acompañar esos instantes con un paseo por su avenida y los servicios que ofrecen los restaurantes de la zona. Y para esas familias que nos visitan, Puerto Rico nos obsequia con un espacio amable para ellos. Un espacio en el que sin duda podremos disfrutar del sol durante casi diez meses al año y de los mejores centros de ocio.